A ll p a   S i j ll a. ( Tierra Bonita )

sábado, septiembre 29, 2007

Caminando por el Pasochoa . . .
13 sentidos de a 5 por cabeza se reunieron esa mañana un tanto audaz y casi octubrina. Ni que decir del locomotor que ahora daba pie de extensa comodidad a los suscritos. En la autopista ya el reencuentro con la serena calma de lo entretejido en otros sitios junto a los sabores acontecidos daban una idea de lo que estaba por venir. Entonces como no contar cada experiencia y el multidiverso punto de vista que éramos en aquel transporte escolar que subía y trepaba por un empedrado cerca de la reserva del Pasochoa. Y cada quien su historia, mientras el té de coca era servido so paciencia de lo caliente y variable del camino, ¿preparación?, ¡Sí! eso era, la altura sería solventada con cucayo ancestral y caliente. Para no tener problemas coyunturales nada como un calentamiento, mismo que logra esbozar cómplices sonrisas. Junto al sitio de frente el camino y una visión de uno de los picos del cráter, “cerca” no es la palabra que se viene a la mente, allí la calma soledad de la montaña se rompe de a pie, nuestro avance es tenue, la prisa no ha sido invitada a estas horas tempraneras. Letreros muestran lo prohibido que se ha vuelto cruzar aquellos senderos, el alambre de púas delimita muchos sitios pero no impide continuar, lo saltamos o lo pasamos por debajo y listo. Ya es una hora de caminata tiempo de tomar un descanso para compartir lo que se pueda, aparecen chochos, tostado, caramelos, chocolates, agua, etc., el paisaje con ayuda del clima llama a contemplaciones, buen momento para capturarlo. El pico visto hace un rato aparece mas claro pero no tan cerca, pensar que ese no es al que vamos sino al siguiente del siguiente. Aparecen unos jinetes y sus rebaños de toros que causan temor a más de uno y el camino que ahora se inclina promontoriamente, uno toma la punta y encabeza la fila a paso veloz, “detrás de la alambrada Huguito ahí detente”, “¿Qué?, no te oigo”. Otra casi hora ha pasado, el viento nos da la bienvenida y ya el primer pico ha sido alcanzado, abajo todo lo que subimos luce como un valle plano. Ahora el camino es bordeando la base de los picos, caminamos por los pajonales ya con facilidad, mientras no aparecen las empinadas cuestas del sendero que de a gatas subimos. En la base de la roca una pequeña clase de escalada y para arriba, luce difícil, cada paso se complica pero esto solo hasta entender la técnica, sin embargo siempre hay manos de apoyo para que todos lo hagamos. La cima, el lugar en la herradura que es el cráter del Pasochoa, aparece singularmente espléndido, entonces es tiempo, cada cual con su lunch y la mesa que se sirve, compartir entonces llega a ser tan único en estos sitios. Para la siguiente cima, nos apuntamos cinco, esto ya se convierte en pasional. Unas llamas nos encontramos por el camino que sube y baja pero bordea los picos dejando contemplar el barranco y sus precipicios. La distancia no es corta pero la aventura es intensa, llegamos a la cima y nos place seguir a la siguiente. El otro grupo ya ha comenzado a bajar, hacemos lo mismo pero acelerando el paso para alcanzarlos, el paisaje por estos lugares ya es de postal, un par de cerros después y estamos todos otra vez, de allí bajamos sorteando el camino que en parte lo conocemos; un par de descansos donde con naturalidad nos recostamos sobre la paja para captarnos del sitio. El transporte espera en el sitio indicado y de a poco llegamos, algo fatigados pero con el placer de una nueva experiencia en nuestra bitácora personal.

1 Comments:

  • Se ve que han pasado chévere.. que pena que no hayan podido cambiar la fecha.. será para la próxima...

    Slds,
    Laly

    By Anonymous Anónimo, at 15:55  

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