I n o l v i d a b l e OYACACHI . . .
Aunque con un poquito de retraso llegamos a Oyacachi, una comunidad indígena localizada dentro de la Reserva Ecológica Cayambe-Coca. Las termas habían sido el sitio planificado para acampar. Lo primero fue buscar un lugar, dentro, en donde armar el campamento la oscuridad puso un poco de dificultad a nuestros ingenieros en camping, pero nada que un par de linternas no puedan superar, mientras tanto una merienda se cocía en leña, claro en cuanto se la consiguió en el pueblo, puesto que “fraternalmente” había sido donada a otros grupos que ese día también tuvieron el mismo plan, ¡Bendita comida! y que sabor, devolvería a nuestro cuerpito latino el calor, aunque solo duró mientras estuvimos en el improvisado comedor.
Una vez llenitos y como a -5 grados de temperatura (al menos eso parecía), decidimos tomar un baño en la piscina que estaba a 45 grados centígrados, que sean las 11:00 pm no importaba. Qué delicia sentir que nos descongelábamos nuevamente. Claro que algunos decidieron efectuar la “piscinoterapia”, del agua cálida al helado río y al agua cálida otra vez.
Terapia para qué?, reumas, templar los nervios, mal de ojo, enderezada, abc, ¡no lo sé!, pero los avezados parecían salir curados. A lo mejor es para que a uno le quieran y eso fue lo que les faltó a los vecinos colegiales, pero no para sentirse queridos, sino para que se les pase la borrachera abismal que con el sobrio pretexto de “unito pal frío” habían adquirido. Para tomar, ¡así, sino nada!”. ¿Ustedes qué opinan?.
Por una noche la luna fue nuestra electricidad, el cielo y las estrellas el techo y las montañas las paredes. Por supuesto que no íbamos a dormir a la intemperie las carpas nos iban a proteger del viento helado, pero no de las risas, gritos, aullidos o ¿eran cantos? y los ronroneos (alto parlanticos) de los vecinos. Muchos nos arrepentimos de no llevar una “cobijita de dos orejas”. Dichosos los que durmieron.
Con una mañana un poco más calida, -3 grados y buen desayuno preparado por nuestros chefs, nos alistamos para la caminata de dos horitas (o ¿serían dos ciclos y aún no sabemos a cuanto está cada ciclo y por eso la confusión?) Estaba vez un guía Oyacacheño fruto de un proceso selectivo, que parece no tener exacta precisión de lo que es hora y media tomaría el mando, claro está, apoyado por los nativos hechos guías y de que forma se entregó al papel recuerdan: “en cinco salimos . . . ”, con todo y su ímpetu motivador, para mí que ese morocho que se pegó antes de comenzar la caminata es medio alucinógeno y le funciona como la coca en otras regiones.
Qué resistencia mis venados, mis cabras y demás apelativos que aparecieron en el transcurso. Que cientos de anécdotas me vienen a la cabeza como el diccionario ingles español que apareció en una mochila, ahora se me ocurre que esperaban encontrarse con un venado que ande a cargar un diccionario venado-ingles, para comunicarse o quizá pedirle el mail, o la expresión de desencanto de todos cuando detrás del cerrito señalado por el guía como sitio de la laguna, solo encontramos una planicie y al fondo otro cerro, o cuando comenzó a escasear el agua, o los reparadores chochos con tostado, tantas y tantas otras que mejor te invito a escribir la tuya en los comentarios.
A que no se imaginaban que éramos capaces de algo como eso, alrededor de 5 horas de caminata solo de ida, más 3 de regreso, en donde vimos varias cascadas entre ellas la de Molipungo, conejitos silvestres que a lo mejor “estaban enojados y estaban escondidos”, la inmensidad de las montañas, el páramo y finalmente la ambicionada laguna de “Sucuscocha”.
Aaaaaay! Si aun me duele cuando lo recuerdo o me río, además desde acá les escucho, tranquilos que no les niego que a ratos fue difícil y que sin la ayuda de los caballeros algunas damitas sucumbían en el intento, pero ahora que estamos en nuestra ciudad no piensan, ¡lo logré!, ¡que cuerpo más atlético que he tenido y yo sin saberlo!, ¡esperameeeee Ivan Vallejo!. En fin, otro ingrediente malo o bueno, pero parte del paseo y una experiencia más qué contar.
Bueno, como dicen por ahí, “la foto recuerda lo que la mente olvida”, posiblemente por el cansancio no disfrutamos del paisaje, pero aquí tienen unas fotos para que traigan a su memoria lo vivido esta vez, “en cinco salimos . . .” .
Una vez llenitos y como a -5 grados de temperatura (al menos eso parecía), decidimos tomar un baño en la piscina que estaba a 45 grados centígrados, que sean las 11:00 pm no importaba. Qué delicia sentir que nos descongelábamos nuevamente. Claro que algunos decidieron efectuar la “piscinoterapia”, del agua cálida al helado río y al agua cálida otra vez.
Terapia para qué?, reumas, templar los nervios, mal de ojo, enderezada, abc, ¡no lo sé!, pero los avezados parecían salir curados. A lo mejor es para que a uno le quieran y eso fue lo que les faltó a los vecinos colegiales, pero no para sentirse queridos, sino para que se les pase la borrachera abismal que con el sobrio pretexto de “unito pal frío” habían adquirido. Para tomar, ¡así, sino nada!”. ¿Ustedes qué opinan?.
Por una noche la luna fue nuestra electricidad, el cielo y las estrellas el techo y las montañas las paredes. Por supuesto que no íbamos a dormir a la intemperie las carpas nos iban a proteger del viento helado, pero no de las risas, gritos, aullidos o ¿eran cantos? y los ronroneos (alto parlanticos) de los vecinos. Muchos nos arrepentimos de no llevar una “cobijita de dos orejas”. Dichosos los que durmieron.
Con una mañana un poco más calida, -3 grados y buen desayuno preparado por nuestros chefs, nos alistamos para la caminata de dos horitas (o ¿serían dos ciclos y aún no sabemos a cuanto está cada ciclo y por eso la confusión?) Estaba vez un guía Oyacacheño fruto de un proceso selectivo, que parece no tener exacta precisión de lo que es hora y media tomaría el mando, claro está, apoyado por los nativos hechos guías y de que forma se entregó al papel recuerdan: “en cinco salimos . . . ”, con todo y su ímpetu motivador, para mí que ese morocho que se pegó antes de comenzar la caminata es medio alucinógeno y le funciona como la coca en otras regiones.
Qué resistencia mis venados, mis cabras y demás apelativos que aparecieron en el transcurso. Que cientos de anécdotas me vienen a la cabeza como el diccionario ingles español que apareció en una mochila, ahora se me ocurre que esperaban encontrarse con un venado que ande a cargar un diccionario venado-ingles, para comunicarse o quizá pedirle el mail, o la expresión de desencanto de todos cuando detrás del cerrito señalado por el guía como sitio de la laguna, solo encontramos una planicie y al fondo otro cerro, o cuando comenzó a escasear el agua, o los reparadores chochos con tostado, tantas y tantas otras que mejor te invito a escribir la tuya en los comentarios.
A que no se imaginaban que éramos capaces de algo como eso, alrededor de 5 horas de caminata solo de ida, más 3 de regreso, en donde vimos varias cascadas entre ellas la de Molipungo, conejitos silvestres que a lo mejor “estaban enojados y estaban escondidos”, la inmensidad de las montañas, el páramo y finalmente la ambicionada laguna de “Sucuscocha”.
Aaaaaay! Si aun me duele cuando lo recuerdo o me río, además desde acá les escucho, tranquilos que no les niego que a ratos fue difícil y que sin la ayuda de los caballeros algunas damitas sucumbían en el intento, pero ahora que estamos en nuestra ciudad no piensan, ¡lo logré!, ¡que cuerpo más atlético que he tenido y yo sin saberlo!, ¡esperameeeee Ivan Vallejo!. En fin, otro ingrediente malo o bueno, pero parte del paseo y una experiencia más qué contar.
Bueno, como dicen por ahí, “la foto recuerda lo que la mente olvida”, posiblemente por el cansancio no disfrutamos del paisaje, pero aquí tienen unas fotos para que traigan a su memoria lo vivido esta vez, “en cinco salimos . . .” .
3 Comments:
La noche nos favoreció, para nuestra suerte despejada. Pudimos apreciar la luna y las estrellas. Recordé la película Madagascar, cuando los animales en San Diego pensaron ver una estrella y fue un helicóptero. Me dije qué cantidad de helicópteros por aquí! ja ja! Agotador pero interesante la vivencia.
cmmv
By Anónimo, at 12:05
en lo personal me ENCANTO el paseo. claro que al otro dia me dolia hasta reirme..pero es genial cambiar de actividad y conocer a gente que comparte esa idea.. me apunto para el siguiente!!!por sierto..soy la doctora MUELITAS..
By Anónimo, at 13:16
en lo personal me ENCANTO el paseo. claro que al otro dia me dolia hasta reirme..pero es genial cambiar de actividad y conocer a gente que comparte esa idea.. me apunto para el siguiente!!!por sierto..soy la doctora MUELITAS..
By Anónimo, at 13:16
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